martes, 28 de febrero de 2012

MILONGAS DE BUENOS AIRES: "VIEJOS MILONGUEROS" Y SUS IMITADORES


“Originario de la orilla de Buenos Aires, con perfecta localización geográfica, empírico, vigente y anónimo, transmitido oralmente y funcional, tiene todas las condiciones requeridas por las mayores exigencias del hecho folclórico… Su nacimiento porteño se sitúa en los “barrios bravos” de Buenos Aires del 900…”

Víctor Jaimes Freyre, Mi buen amigo el Folclore (1963)




MILONGAS DE BUENOS AIRES: "VIEJOS MILONGUEROS" Y SUS IMITADORES

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com

Un hecho desagradable y reiterativo de las milongas de Buenos Aires es el de los bailarines que pretenden dárselas de viejos milongueros, sin tener a sus espaldas más que unos pocos años (o meses) de tango bailado.

Conozco las milongas porteñas en persona desde la década de 1980. La mayor parte de los viejos milongueros de aquellos tiempos se han ido con Gardel. En aquellos tiempos tenían más de 70 años. Los centenarios son algo raros de hallar...



Quedan, por supuesto, muchos buenos viejos milongueros que en esta década del 2010 tienen entre 70 y 80 años.

Pero no todos los longevos de esa franja de edad que concurren a milongas de Buenos Aires son lo que dicen ser.

Hay viejos sin escrúpulos que toman algunas clases básicas de tango; aprovechan que han nacido en Buenos Aires; salen con camisa negra y corbata a venderse a los turistas ingenuos como viejos milongueros de todos los tiempos.


En la foto, con la bailarina profesional hispano-ecuatoriana Mariví Guarderas



Hay que estar en guardia contra ellos.

Porque poseen muy escasos conocimientos de tango bailado y acaban enseñando mal y peor que mal a los turistas ansiosos de conocer el auténtico tango de Buenos Aires.

¿Cómo reconocer a los falsos "viejos milongueros"?

Aparte de intentar informarse en el caos infinito de Internet sobre trayectorias reales o imaginarias, hay que concurrir a las milongas tradicionales de Buenos Aires (aquellas que funcionan desde hace no menos de 40 años y que nunca han abandonado la línea recta del tango folclórico) y averiguar preguntando a los viejos milongueros sobre docentes y bailarines de tango con larga y comprobable trayectoria barrial.

Subrayo barrial. Primero, porque en el barrio y no fuera de él está el tango folclórico de Buenos Aires; segundo, porque muchas trayectorias internacionales pesan poco y nada en el auténtico tango folclórico argentino. Cualquiera sale de gira por Europa, Asia o América de la mano de amigos o empresas fenicias, se saca fotos y videos y acaba pesentándose como maestro de maestros de la noche a la manaña.

Por regla general, hay que tener cuidado con los viejos milongueros que prefieren las milongas turísticas a las tradicionales de barrio.

Hay notables e ilustres excepciones, claro.

Yo las conozco.

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